miércoles, 1 de diciembre de 2010

1.500 muestras de solidaridad


Brahim Liman Nayem es un niño saharaui de 8 años que vino en verano a Vélez-Málaga desde el campamento de refugiados de Auserd para ser observado por un médico. El niño padece Xeroderma-pigmentoso, una enfermedad genética crónica no contagiosa por la cual su piel es demasiado sensible a la luz. La melanina se concentra en cúmulos y se podía quedar ciego, por lo que fue sometido a una operación en ambos ojos que ha resultado satisfactoria, sin embargo, Brahim necesita de un tratamiento permanente y de forma diaria a base de unas cápsulas y crema específicas. El coste de esta medicación asciende a 57 euros quincenales, lo que supone un gasto para la familia de más de 100 euros al mes absolutamente inasumible. Este es el origen de la campaña iniciada por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, que se ha volcado para recaudar todo el dinero posible que permita generar un abrigo de esperanza para el niño, que el próximo 4 de noviembre volverá con su familia a Tindouf.

La nota positiva es que ese viaje no lo hará solo, ya que la extraordinaria labor de la institución y la solidaridad de toda la Axarquía ha permitido que se consigan 1.500 euros en el desarrollo de la campaña ‘Ayudemos a Brahim’, que finalizó el pasado 26 de noviembre, y en la que se ha podido depositar por parte de los ciudadanos una contribución en el CEIP Andalucía, centro escolar al que ha acudido Brahim durante todo este periodo que ha permanecido en España.

En la mañana de ayer se presentaron los excelentes resultados de la iniciativa, en el mismo colegio, donde el niño se mostró muy agradecido con estas ayudas. “Muchas gracias a todos”, repetía insistentemente, incluso sin dar tiempo a los medios a recoger el testimonio. Brahim sonríe, tímidamente, pero no para de hacerlo. “En él se notan las ganas de vivir”, aprecia María Victoria Naranjo, integrante de la asociación e impulsora de toda esta campaña, que mostró “mi más sincero agradecimiento a todos los que han colaborado”, así como destacó que “800 euros serán para el tratamiento y los 700 restantes para su familia, porque pasan muchas necesidades, incluso hay días que apenas comen”, revela. “Es una enfermedad de por vida que se reproduce con el sol”, recalca Naranjo la gravedad de la dolencia del niño, que subraya que “ha aportado gente de muchos sitios”, lo que, a su juicio, “hay que agradecer en estos tiempos de crisis”. Juan Antonio Lisbona, también integrante de la asociación, amplió el agradecimiento al centro y sus docentes, y reclamó una solución al conflicto del Sáhara que tanto daño provoca a miles de familias.

“En cuanto pasábamos por la Rosaleda decía ‘aquí, aquí’”, comentaba María Victoria Naranjo en relación a la experiencia que vivió el niño, que disfrutó de un partido entre su equipo, el Real Madrid, y el Málaga. “Son pequeñas satisfacciones que ayudan muchísimo”, resalta. Manuel Fresno no tiene ganas de que se marche. “Quiero dar las gracias a todos”, manifiesta su padre de acogida, que se alegra porque “el año que viene vuelve”. “El año que viene vengo otra vez, ¡hasta el verano que viene!”, se despide Brahim.

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